El tanque de infantería ligera T-50 fue construído por la Unión Soviética al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El diseño de este vehículo tenía algunas características avanzadas, pero era complicado y costoso, y solo se completó una pequeña producción de 69 tanques. Además, incluso antes de que estuviera listo para la producción en masa, la experiencia de guerra invalidaba el concepto subyacente de los tanques ligeros.