Temprano en la mañana del 6 de junio de 1944, las fuerzas combinadas de los ejércitos aliados desembarcaron en las playas de Normandía en el norte de Francia en la operación más ambiciosa e importante de la Segunda Guerra Mundial. Con las tropas aerotransportadas ya en tierra y luchando, el elemento de las fuerzas transportadas por el mar comenzó a aterrizar. Esta fase de la operación recibió el nombre en código de Neptuno y consistió en cinco playas de invasión, tres británicas y canadienses (Sword, Gold y Juno) y dos playas estadounidenses (Omaha y Utah). Los propios desembarcos fueron precedidos tanto por un poderoso ataque aéreo como por un feroz bombardeo de artillería naval de una vasta armada de barcos anclados en alta mar.