El Hawker Typhoon fue diseñado para ser el nuevo caza interceptor definitivo de la RAF. Supercediendo al Hawker Hurricane, se esperaba que el Typhoon, junto con el Spitfire, fuera un oponente poderoso y efectivo de la Luftwaffe. Sin embargo, no debía ser. Inicialmente plagado de problemas mecánicos del motor y con un déficit en el rendimiento a gran altitud, el Typhoon encontró fama como un avión de ataque de bajo nivel, un papel para el que era muy adecuado y muy efectivo.